¿Cómo es la piel humana?

La piel envuelve nuestro cuerpo como un tejido resistente y elástico.

La resistencia de la piel es distinta y su grosor no es el mismo en todas las zonas del cuerpo.

En las palmas de las manos y las plantas de los pies, es más gruesa, pudiendo alcanzar hasta 5mm de espesor; mientras que la piel que recubre los párpados, la zona de la piel más delgada del cuerpo, tan sólo tiene 0,5mm.

Otra característica de la piel es su eslasticidad para amoldarse a todos y cada uno de los movimientos que realizamos.

Si quieres hacer una prueba de la elasticidad de tu piel, basta con que te pellizques, por ejemplo, en el dorso de la mano. Comprobarás que una vez que has dejado de estirar la piel, ésta recobra su posición.
En algunas zonas de la piel, como por ejemplo, en las palmas de las manos y en los dedos, hay numerosos pliegues. Estos pliegues permiten que la piel de estas zonas sea más elástica, para poder abrir y cerrar las manos y los dedos.


La piel de las yemas de los dedos presente una serie de rayas paralelas, que forman un dibujo complicado. Este dibujo, que es diferente en cada persona, constituye las huellas dactilares.

En algunas zonas, las células de la epidermis contienen mucha queratina y forman una superficie dura: las uñas.

La piel de los animales es diferente según el medio en el que viven

¿Sabías que la piel de los animales es diferente según el medio en el que viven? El cuerpo de los animales puede estar cubierto de escamas, plumas, pelo u otros tipos de piel para adaptarse al medio en el que viven o para pasar desapercibidos y ocultarse de sus enemigos.

El cuerpo de los peces está cubierto de escamas, una piel muy lisa, que les permite deslizarse fácilmente por el agua.

La "piel" de las aves son las plumas, que les sirven para conservar la temperatura del cuerpo y les ayudan a volar.


Otros animales, como el lobo o el zorro, están recubiertos de pelo. La mayoría de los animales con pelo son de sangre caliente, lo que significa que el pelo, como la piel al ser humano, les ayuda a conservar el calor del cuerpo.


Los reptiles, como los lagartos y los cocodrilos, son animales de sangre fría, es decir, que necesitan de la luz del sol para regular la temperatura de su cuerpo. Por ello, pasan mucho tiempo al sol y su piel es dura y resistente para conservar el calor.


La piel de otros animales, como el camaleón, puede incluso cambiar de color, para adaptarse al "color" de terreno en el que viven.

Las funciones de la piel humana

El cuerpo humano está cubierto de piel. La piel es una membrana, es decir, un tejido como el tejido muscular, pero muy delgado y resistente.

La piel es también un órgano del cuerpo humano, que igual que otros órganos, como el corazón y los pulmones, desempeña unas funciones para que el organismo funcione correctamente.

En la piel hay numerosos vasos sanguíneos, células que mueren y se regeneran constantemente, como explicaremos más adelante, y glándulas especializadas en diferentes funciones, como las glándulas sebáceas y las glándulas sudoríparas.

La piel es también una vía de comunicación con el mundo exterior a través del sentido del tacto.

El sentido del tacto depende de unas terminaciones nerviosas repartidas de modo desigual en la piel. Unas son sensibles a un simple roce, otras a la presión ejercida sobre la piel, otras al calor o al frío y otras al dolor.

Estas terminaciones nerviosas receptoras del sentido del tacto son más numerosas en unas zonas de la piel que en otras. Por ejemplo, la punta de la lengua y las yemas de los dedos son muy sensibles al tacto, mientras que la parte posterior de los hombros es una de las zonas menos sensibles de la piel.
Del sentido del tacto y también de los sentidos de la vista, el oído, el olfato y el gusto te hablaré en artículos posteriores.

La piel es también el "vestido" de nuestro cuerpo. En la piel se manifiestan la edad, la raza, la salud, incluso los estados de ánimo: nuestra piel enrojece cuando sentimos vergüenza y palidece cuando sentimos miedo.

Para mantener la belleza de la piel, es necesaria la higiene diaria; pero también puede ayudarnos a cuidarla saber qué funciones desempeña en nuestro cuerpo:

  • Protección de los órganos internos del cuerpo.
  • Albergar el sentido del tacto.
  • Defendernos de las infecciones provocadas por microorganismos.
  • Conservar la temperatura del cuerpo y reaccionar ante el frío y el calor externos.
  • Preservar al organismo de la acción perjudicial de los rayos ultravioleta del sol.
  • Secretar, es decir, producir diversas sustancias, como la grasa y el sudor.

Síntomas y tratamiento del reumatismo (artritis y artrosis)

Reumatismo o reúma es el nombre que se le da a varias enfermedades de los huesos, los músculos y las articulaciones.

Los reumatismos más frecuentes de las articulaciones son la artritis y la artrosis.

En la artritis se inflama la articulación debido al aumento del líquido sinovial, a causa de un golpe o una infección. La artritis más frecuente en personas mayores de cincuenta años es la artritis reumatoidea. Su causa es desconocida y consiste en una inflamación crónica, es decir, permanente, de las manos y de los pies, que acaban deformándose.


En la artrosis no existe inflamación, sino que el cartílago que recubre los huesos se desgasta de manera progresiva. En cualquier articulación puede haber artrosis, pero es más frecuente en las articulaciones que realizan un mayor esfuerzo, como la cadera, la rodilla y la columna vertebral, que soportan el peso, o como el hombro, el codo y los dedos, que efectúan los principales movimientos del cuerpo.

La mejor forma de prevenir el desgaste de las articulaciones y, por lo tanto, la artrosis es hacer ejercicio, cuidar la dieta y, por lo tanto, el exceso de peso y evitar, en lo posible, los climas muy húmedos.